En realidad, soy la reina de Imbecilandia

No me mires, puedo traumarte.

Si, reina de Imbecilandia, eso soy. Me siento una estúpida. Bah, no me siento, soy. No puede ser, ¿tan insoportable soy? Tengo muchas ganas de llorar, de gritar, de dejar de vivir por un tiempo. Me odio completamente. Soy una estupida, imbécil, tarada de mierda. Nadie me soporta, estoy segura. Me siento muy estupida, pero muy muy. Estoy rodeada de gente genial, super buena honda, inteligentes y gente preciosa. Soy la pieza que está de sobra. Bah, no es que sobro, es que no entro ahí, a ese grupo. Soy sapo de otro pozo, no sé. Quisiera ser diferente. Lo suficientemente diferente para ser normal con alguien por lo menos. Hoy no quiero hablar, hablo boludeces, todo el tiempo, a cada momento, en todo lugar. Soy una mierda, decidido. Por más que digan lo contrario, yo sé que lo dicen para hacerme sentir bien, pero yo sé que lo dicen por decir. Nunca me van a amar, nunca nunca, porque soy horrible. No olvidemos que tambien soy estupidísima. Puede que me saque algunas buenas notas, pero con la gente soy una cagada. A mi no me parieron, me cagaron. Soy un asco en todo sentido. Pero tengo sentimientos, y me duele ser asi, comprendan. En serio disculpen mi idiotez, intento manejarla. Nadie me quiere. Nadie nadie, porque nadie me soporta. Nuevo apodo: la humanoide. Porque parezco humana, pero no, soy una amorfidad con vida. Quisiera que me pase algo. Si, si quiero. Me odio, me odio y me odio. Tengo mucho amor para dar, pero es un amor muy raro, es un amor amorfo, como yo. 
Me llamo Horrible, Ornella Horrible me llamo.