NO TENGO TAREA! Y si tengo, ya es tarde porque no la pienso hacer; Amén.
No tengo absolutamente un carajo que hacer. Eso es bueno.. y malo, porque me aburro. Igual, ese "hacer" que tengo ganas no quiero que sea tarea, porque también me aburro haciendo tarea.
Estoy TAN al pedo, que voy a escribir mi cuentito que tenía que ser de 20 renglones.. y lo hice en 25 de una hoja A4, ajajajjaajjaja, no puedo hacer NADA en 20 renglones, menos un cuento de una vida para sacarla del anonimato!
Vida Perdida: Atuel Tormenta (un personaje que elegí yo, de los demás.. él es el afortunado).
Atuel Tormenta tenía 13 años. le gustaba hacerle el mal a la gente: era todo un sádico. Sin embargo, tenía una hermosa y ejemplar familia, de parte de su madre, Pauline Arcoiris, ya que del lado de su padre, sólo a su abuelo, que lo malcriaba aún más, Dagoberto Tormenta. Él decíale a Atuel que era su nube gris y lluviosa: siempre amenazante; aunque para sí, en tono bajo, siempre decíase que ojalá el sufrimiento de los demás, nunca llegase a sus sueños. Pero, igualmente, Atuel no le prestaba atención, ya que no comprendía.
Un día, cuando estaba en su cuarto mirando por la ventana y planeando sus maldades, se sintió observado. Al darse vuelta sus cabellos se erizaron completamente: detrás de él, un antropoide. Éste tenía unos ojos negros y atrapantes, profundos e hipnotizantes. Atuel se fue durmiendo, y el antropoide comenzó a decir cosas en un idioma extraño. Cuando cerró completamente los ojos, Atuel pudo entender unas palabras: "sufrimiento", "demás", "noche", "sueños". Despertó, se había desmayado; pensó que había sido un sueño, aunque esas palabras no salían de su cabeza, ni tampoco su abuelo, ya que las palabras de éste habían quedado en algún lugar de la mente de Atuel, y ahora se relacionaban con las de unas horas antes.
Esa misma noche soñó con un barco musgoso y viejo, varado en una playa silenciosa; aunque en el fondo, había nubes grises con aspecto ruidoso, tormentoso y mar revoltoso. Entró en aquel barco, las maderas crujían bajo él. Se metió en el camarote del capitán, sucia y con humedad; sobre el escritorio un papel, un diario. No se veía la fecha, y de todo un texto sólo se leía un párrafo. "Según mis cálculos -decía-, nuestro barco está varado en el mar de La Maldad. Estamos absolutamente lejos de todo, hemos pasado los círculos del confín del mundo. Nuestra única salvación: una eterna tormenta".
A la mañana siguiente, Atuel no estaba en su cama, ni en su cuarto, ni en ningún lugar de este mundo. Él seguía en la playa, con la amenazante lluvia, sin forma de volver.
FIN.
¿Y? ¿Qué tal? ¿Les gustó? Idea mía, de mi cabeza hermosa(?). No sé, me sentí orgullosa con mi cuentito. Igual, el 7 - del profe me sacó muchas ganas de dar a conocer mis cuentos a personas como él. JUM! Me merecía un 9 (?). Bueno, pero está bueno. Abajo del cuentito me puso "La idea del texto es buena, aunque habría que mejorar varios aspectos: la progresión temporal, la situación inicial con la descripción de Atuel y los pasajes del sueño a la vigilia y viceversa". BUEEENO, PERDÓN, SEÑOR, PERDÓN, LO LAMENTO MUCHO.
Me aburrí, me voy. Adiós mis pequeñas lectorsiñas.
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